Entrenar en calistenia implica seguir un programa estructurado que incluya ejercicios para desarrollar fuerza, resistencia y habilidades específicas. Un entrenamiento típico puede comenzar con un calentamiento para preparar los músculos y las articulaciones. Luego, se realizan ejercicios básicos como flexiones, dominadas, dips y sentadillas. A medida que se progresa, se incorporan ejercicios más avanzados y desafiantes. Es importante incluir ejercicios isométricos y dinámicos para un desarrollo equilibrado. La frecuencia y la intensidad del entrenamiento dependen del nivel de condición física y los objetivos individuales. Estirar y enfriar después del entrenamiento ayuda a la recuperación y previene lesiones.